Durante el transcurso de mi vida he reflexionado en varias oportunidades sobre aquellas cosas o situaciones “malas”, como perder un empleo, terminar una relación, alejarnos de un ser querido o enfrentarnos a problemas familiares. Es allí cuando surge la pregunta ¿Todo lo malo, es malo en verdad? tratando de dar respuesta a este interrogante, asumo una postura reflexiva en donde doy a conocer mi opinión.
Cuando nos enteramos de una mala noticia o sucede un incidente problemático, muchas veces nos preguntamos ¿por qué me pasa esto a mí? ¿será que soy yo el problema? ¿hasta cuándo tendré que lidiar con esto? ¿si estaré dando lo mejor de mí? ¿por qué a todo el mundo le va bien y a mí no? Es normal sentirnos agobiados en primera instancia, pensar que todo lo “malo” es un pozo oscuro que no tiene salida. Pero en cuántas ocasiones no has dicho, ¡gracias a esto pude conseguir un mejor trabajo! o te regaló tiempo con tu familia, tiempo que hace mucho no podrías compartir por las ocupaciones, el estrés y las exigencias del día a día. Esa discusión con tu madre te enseñó a valorar cada cosa que hace por ti…. o ese familiar que se alejó por mostrarle la realidad, hoy te agradece por ser empático… iniciaste o terminaste un logro académico que deseabas desde hace mucho…. Entonces vuelve y surge la pregunta ¿Todo lo malo, es malo en verdad? Claro que no, lo “malo” es un sacudón que no estabas esperando para esforzarte por ese objetivo que tenías aplazado, es ese impulso que te levanta con mas fortaleza a demostrar tus capacidades, lo “malo” no es más que experiencia que acumulas para aprender a desempeñarte ante situaciones nuevas o similares, esta experiencia siempre viene acompañada de un gran mensaje, uno de superación, resiliencia, amor, empatía, fortaleza, perseverancia y muchas cosas positivas que vienen en secuencia.
Entonces te invito a reflexionar sobre esas cosas “malas” que han pasado en tu vida y dar respuesta a la pregunta ¿Todo lo malo, es malo en verdad? Analiza cuántos beneficios, aprendizaje y experiencia te han dado todas esas cosas o situaciones “malas”, valora cada instante de tu vida y rompe los esquemas que hay en tu mente, siente y piensa diferente, sobre todo, conócete a ti mismo y supera tus propias barreras, quizá has levantado esos muros a partir de lo malo que has vivido.
En Psicología Profesional, creemos que cada persona tiene el derecho de vivir una vida plena y feliz. Nos esforzamos por crear un ambiente seguro y acogedor para nuestros pacientes, y nos enfocamos en ayudarlos a desarrollar habilidades que les permitan manejar sus emociones y enfrentar los desafíos de la vida con mayor resiliencia. Nuestro objetivo es ayudar a nuestros pacientes a lograr una mejor comprensión de sí mismos, a desarrollar relaciones más saludables y a construir una vida que esté alineada con sus valores y metas personales. En Psicología Profesional, estamos comprometidos a brindar una atención personalizada y de alta calidad para ayudar a cada paciente a alcanzar su máximo potencial emocional y mental.